Reseña

¿Estamos capacitados para decidir en una democracia?

Reseña a “La asamblea, el teatro y el pensamiento de la decisión en la democracia ateniense”, de Julián Gallego, en Nova Tellvs, vol. 34 (2016-1).

 

Claudia A.Ramos Aguilar

Investigadora y escritora independiente
ultimopiso@yahoo.com.mx

 

Que la poesía priva sobre la historia ya lo decía Aristóteles en su Poética desde el siglo VI a. C. La distinción entre ficción dramática y realidad histórica mediaba entre lo que ha sucedido y lo que está por suceder; la universalidad de la poesía contra la particularidad del relato histórico. En esta época de inusitados resultados electorales cabe detenerse en la pregunta que ya se hacía Jorge Ibargüengoitia en sus Instrucciones para vivir en México: ¿cualquier ciudadano, por el sólo hecho de serlo, está capacitado para votar? Si se quiere vivir en una democracia, donde todos los miembros tienen los mismos derechos, las mismas obligaciones e igualdad de oportunidades, ¿no bastaría con un examen teórico de civismo para calificar la aptitud al voto? Ibargüengoitia prosigue: ¿Habría que poner a prueba la conducta del aspirante y observar si en su comportamiento priva el "respeto al derecho ajeno"? ¿Quiénes pasarían este examen? ¿El derecho al voto sería entonces una cuestión de educación emocional, empática, de consideración hacia el otro?

En el artículo que Julián Gallego publica en la revista Nova Tellus, “La asamblea, el teatro y el pensamiento de la decisión en la democracia ateniense”, la reflexión sobre la educación de las emociones en la construcción de la democracia atesora valores tan actuales que conviene resaltar las soluciones que ya se planteaban en el mundo antiguo respecto de este régimen de gobierno que comenzó a configurarse en el siglo V a. de C.

Uno de los medios más eficaces en la educación de las emociones para la acertada y persuasiva participación en la asamblea ateniense fue el teatro dionisíaco. Aristóteles sitúa estos certámenes, lo mismo que los atléticos, en las ciudades que gozan de mayor paz y prosperidad, es decir, en lo que él reconoce como régimen democrático. La búsqueda de una legitimidad religiosa es la relación que se da entre la tragedia y la democracia. Según Albin Lesky (2001), la instauración de las Grandes Dionisas (ca. 535 a. C.) por Pisístrato buscaba organizar una celebración alrededor de un dios que pudiera identificarse con todos y no sólo con la condición aristócrata de un dios olímpico; se trababa, pues, de homologar el sentir del pueblo enmascarando la reflexión política con la locura de Dioniso, el dios del teatro, el vino, el disfraz y la locura. La creencia del teatro legitima el pensamiento de la asamblea, los valores políticos se plantean dramáticamente y las condiciones del mismo régimen propician el florecimiento de la tragedia porque una sociedad se define más por lo que cree que por lo que piensa. Desde esta perspectiva ha llegado a afirmarse que la tragedia es el fundamento religioso de la hegemonía ateniense, vista como un género propio de la democracia y un nuevo espacio político generado por los gobernantes para el debate.

De hecho, en las Leyes, Platón equipara el comportamiento de los espectadores en el teatro con el de los ciudadanos en la asamblea demócrata para sustituir a la aristocracia por una “perversa teatrocracia” (θεατροκρατία πονηρά). Desde su mirada, se cae en un sistema donde los ciudadanos han perdido el miedo a la transgresión y se creen capaces de juzgar. Esto les abre el camino a una libertad excesivamente "osada" (ἐλευθερίας ἀποτετολμημένης).

No es raro que a la decisión se asocie la tragedia, de hecho, es la parte medular del espectáculo: propiciar la catársis de las pasiones que impiden al hombre decidir a favor de la salud del oíkos, es decir, el espacio de lo privado, y en consecuencia, de lo público, de la ciudad y el Estado.

Referencias

  • Lesky, Albin. La tragedia griega. Traducción de Juan Godeó. Revisada por Montserrat Camps. Presentación de Jaumé Portulás. Barcelona: El Acantilado (45), 2001.

 

Pintura de autoría desconocida, "Pericles, dirigiéndose a los atenienses". Resguardada en el Museo Arqueológico de Atenas. Dominio público. Amparada bajo los términos de libre distribución e intercambio promovidos por la organización Wikimedia Commons. Tomada de https://www.elespanol.com/cultura/historia/20210525/nacio-primera-democracia-atenas-claves-revolucion-hace/583693016_0.html.

 

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