Esta página es uno de los frutos del Proyecto José Joaquín Fernández de Lizardi dirigido por la doctora María Rosa Palazón Mayoral en el Centro de Estudios Literarios del Instituto de Investigaciones Filológicas; Proyecto actualmente auspiciado por el PAPIIT IN 402713, y que lleva por título: José Joaquín Fernández de Lizardi (recepción, digitalización, bibliohemerografía, portal WEB y trabajos del equipo editor).
La extensa obra de Fernández de Lizardi (1776-1827) es fuente indispensable para la investigación de la historia, literaria, social, política, económica y cultural de los últimos años del virreinato y los primeros de la vida nacional independiente. Dispersa en repositorios nacionales y extranjeros, la obra lizardiana ha sido recogida en 14 volúmenes profusamente anotados que se publicaron en la Colección Nueva Biblioteca Mexicana. Esta tarea permitió también la preparación de cuatro volúmenes con textos de 1810 a 1827, que muestran la recepción de la obra de nuestro autor por sus contemporáneos. Los dos primeros volúmenes (1810-1820) fueron publicados en 2006, los dos restantes se publicarán próximamente.
Fernández de Lizardi fue lugar obligado de alabanzas y detracciones mientras existió. En los primeros años posteriores a la Independencia hubo voces disidentes que rescataron las formas estilísticas populares destinadas al pueblo desposeído, como muestran las obras de Guillermo Prieto. Otros, como Ignacio Ramírez ponderaron los intentos periodísticos lizardianos de alcanzar una vida con y para los otros en instituciones más justas a las cuales servir y de que servirse.
Las entrañas buenas de José Joaquín Eugenio Fernández de Lizardi Gutiérrez las puso al servicio de sus compatriotas del futuro. Su auténtico sentido comunitario empieza con la denuncia de los males colectivos y, pese a sus vaticinios pesimistas, su inclinación profunda va brillando optimistamente con el tiempo.
Por medio de su obra, los lectores nos enteramos cómo fue descolonizándose México desde las Letras, es decir, cómo El Pensador Mexicano intentó deshacer el vasallaje, el desprecio y la ideología esclavizada de sus paisanos. Tomó este partido con una mano puesta encima de Don Quijote de la Mancha. Luchó con la pluma como arma estratégica de la libertad de expresión que, a su juicio, debía favorecer la liberación física y psicológica contra los negativos prejuicios que apergollaban a sus colonizados paisanos. Autor de periódicos y novelas, El Pensador Mexicano también aplicó el sensus communis, es decir, construyó inexploradas tramas y un modo de hablar en dirección comunitaria, basada en la solidaridad y la simpatía para con sus analfabetos compatriotas.
La obra de El Pensador Mexicano es quizá la que mejor representa el hacer cotidiano de una sociedad en proceso de emancipación y expone, a la vez, el proceso de conformación de una nueva identidad, la de nuestro México como Estado nacional.
El proyecto José Joaquín Fernández de Lizardi, coordinado desde hace casi cincuenta años por la Dra. María Rosa Palazón Mayoral responde a la exigencia de recuperar y difundir la producción literaria de uno de los escritores más prolíficos y multifacéticos de nuestro país. Asimismo, se ocupa del estudio y análisis de su escritura: sus posturas ideológicas, políticas y filosóficas. Como todos los proyectos de investigación, éste ha vivido diversas y marcadas etapas, pero siempre con una premisa muy determinante: conseguir una mayor difusión de la investigación, gracias a la cual se pueda contribuir a una mayor recepción de la obra lizardiana.
Es pertinente señalar que el proyecto no sólo procura dar a conocer una creación exclusivamente literaria, sino que busca esbozar un panorama más completo y multidisciplinario. Todo esto con la convicción de brindar un material de análisis más viable, de excelente calidad y de mejor acceso —reiteramos esta última intención — para el estudio no sólo de la obra de un escritor, sino de la situación cultural y social de un momento histórico de una nación: el siglo XIX, época en la cual se ha iniciado el proceso de consolidación de nuestro país como una nación independiente y libre en todos los aspectos. Este exhaustivo esfuerzo por recuperar la memoria plasmada en la vasta obra escrita de nuestro autor, es un compromiso de investigación que se ha hecho desde diversos puntos de vista y de análisis como el sociológico, histórico, pedagógico, etc.
Así pues, el proyecto Fernández de Lizardi es un aporte de valor incalculable y es el resultado —como en el caso de los otros proyectos de investigación en el CEL— de la incansable actividad académica y universitaria, y responde a la necesidad de hacer una revaloración de ideas, un constante replanteamiento de situaciones y posibilidades, un intercambio enriquecedor de conocimiento y la renovación del material de estudio. El proyecto, desde sus inicios se ha preocupado por recuperar la obra, ayudar a una mejor recepción, analizarla y difundirla. Con esto último, la dinámica de investigación del equipo da fe a uno de los postulados base de la ideología lizardiana, respecto a la importancia de hacer colectivo el conocimiento: la de entender de manera cabal el verdadero potencial que genera la publicación de calidad.
¿Por qué rescatar la obra de El Pensador Mexicano?
Una de las razones primordiales por las que este proyecto trata de rescatar y divulgar la obra de Fernández de Lizardi es la de analizar y documentar la reconstrucción y conformación de una patria a partir de la obra editora y periodística de este escritor, sin dejar de lado el aspecto literario. Otra quizá sea la de darle a El Pensador Mexicano el lugar que merece, tanto en el aspecto literario como en el histórico. Con esto último, dar a conocer que el valor de su obra estriba en una necesidad de expresarse y no en una que le permite destacar de manera artística. La intención de Lizardi no es la de dejar testimonio de su pluma con letras de oro en una historia de la literatura mexicana. Él escribe más para difundir que para crear, intenta conscientizar, hacer de su escritura un verdadero acto de rebeldía, de oposición y de resistencia. Nos atrevemos a pensar que de existir una verdadera razón para difundir el conocimiento de Fernández de Lizardi, las líneas referidas a él, de parte de Agustín Yañez, argumentan de sobra el interés que motiva al equipo lizardiano a continuar con esta labor heurística:
"José Joaquín Fernánez de Lizardi es patriota y profeta en el Santoral de la Patria. Su ojo, heredero de las magias aborígenes , vio lo que nosotros —a precio de fracasos— empezamos a vislumbrar; su oreja de criollo tuberculoso percibió lo que apenas —con rescate de sudor y sangre— comenzamos a entender; su voz clamó urgencias que subsisten sobre el desierto de nuestra vida colectiva; su mano nerviosa de conquistador, agitó cuantos temas agitan ahora nuestras manos: el de la educación —tema central, hondo, reiterado, obsesionante en la obra de Fernández de Lizardi—, el problema del indio, el de las tierras, el de la superstición; los rencores que dividen a nuestros grupos sociales, el pauperismo, la injusta distribución de la riqueza y las reivindicaciones en todos los órdenes, la virtudes, los vicios, la desviación de las vocaciones individuales y colectivas, los cacicazgos, y la injusticia medular de nuestras instituciones…"
Resulta asombroso contemplar cómo el punto de origen de una investigación sigue un hilo conductivo, una extensión de vida productiva larga o corta. Es curioso pensar que sus resultados hablan por sí solos de su éxito o fracaso; sin embargo, todo proyecto de investigación experimenta un proceso que puede ser comparado con un andar lleno de obstáculos, dificultados, o de impedimentos y situaciones que puedan confundir y hacer que se arroje la toalla y se abdique en pleno combate, o todo lo contrario.
En el caso del proyecto lizardiano, la presencia y la realidad de su vigencia solidifica sus logros en hacer de esta monumental tarea una auténtica dinámica de investigación, la misma que materializa sus esfuerzos en una labor más bien de compromiso social y personal. La intensión está presente y está enfocada a que sus líneas de investigación despierten el interés de otros campos de conocimiento, y de otras formas de difusión y de divulgación.